El deudor debe comprometerse a pagar el dinero recibido más el interés producido en un plazo acordado por el banco y el deudor.
Como sabemos los créditos se dividen en seis segmentos, dependiendo del destino que el beneficiario pueda dar al dinero. Así existen los Créditos de Consumo (para personas naturales que requieran satisfacer necesidades personales: auto, viaje, etc.); Créditos Comerciales (activos, bienes o capital relacionados con una actividad productiva); Créditos de Vivienda (adquisición, remodelación o construcción de vivienda); Créditos Educativos (financiamiento de estudios); Créditos para la microempresa (financia actividades en pequeña escala de producción y comercialización de bienes o prestación de servicios); y Créditos de Inversión Pública (destinadas a financiar programas o proyectos cuya prestación es responsabilidad del Estado).
Es fundamental ser puntual respecto al pago de los créditos, independientemente su tipo, debido a que el cumplimiento o, a su vez, el incumplimiento de las cuotas, construirán tu “Historial de Crédito”; éste será consultado por los bancos la próxima ocasión que solicites un nuevo préstamo.
Existen alrededor de nueve categorías que responden al comportamiento o modalidad de pago de tu deuda (Calificación de Riesgo). Las categorías pueden ser:
Categoría Riesgo Normal: Son aquellos deudores que cumplen con el pago de sus créditos de acuerdo a lo convenido con el banco o con un atraso de hasta ocho días. Y son registradas como: “A-1”; “A-2”; “A-3”
Categoría Riesgo Potencial: Son aquellos deudores que registran atraso en el pago de sus créditos de nueve a 30 días. Se catalogan como: “B-1”; “B-2”
Categoría Créditos Deficientes: Aquellos deudores que registran atraso en el pago de sus créditos de 31 a 60 días. Son conocidos en el sistema financiero como: “C-1”; “C-2”
Categoría Créditos Dudoso: Son aquellos deudores que registran atraso en el pago de sus créditos de 61 a 120 días. Esta categoría es “D”.
Categoría de Perdida: Son aquellos deudores que muestran atraso en el pago de sus créditos de más de 120 días. Esta categoría es la más baja, conocida como “E”
Te lo explicamos con un claro ejemplo:
Supongamos el Banco A otorgó a Anita un crédito de consumo para comprar un carro y Anita se comprometió a pagar este préstamo a Banco A en 36 cuotas. Las cuotas las debe cancelar el primer día de cada mes.
El momento en que otorgaron el crédito a Anita, su calificación de riesgo fue “A-1”, pero supongamos que en el día 2 de cualquier mes, que deba cumplir con el pago, todavía no ha cancelado la cuota respectiva; automáticamente, el banco bajará la calificación de riesgo a “A-2”.
Si en el día 9, Anita todavía no ha realizado el pago, la calificación bajará a “A-3”; si el día 16 del mes, Anita sigue sin cancelar, la calificación continuará bajando hasta ser “B-1” y así sucesivamente.
Es decir, que a mayor tiempo que Anita se demore en cancelar la cuota, menor será su calificación, lo cual no es una buena referencia para un banco y un futuro préstamo. Ya que, mientras más baja es la calificación de crédito, el banco debe asignar mayores recursos o reservas para cubrir la posibilidad de no pago del cliente, hasta llegar a la categoría “E”, en el que el banco deberá asignar el 100% del dinero.
Por todo esto, antes de solicitar un préstamo es importante que elabores un presupuesto para estar seguro de que podrás pagar las cuotas correspondientes.
* Este artículo tiene un fin educativo y no constituye una oferta de productos o servicios de Banco Internacional.
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